¿Cuál de estos ha sido tu proyecto más disfrutado?
Yo disfruto con todos y cada uno de mis películas; disfruto hasta con las obras de teatro que de vez en cuando dirijo para no olvidar viejos tiempos, aunque he de reconocer que llevaba mucho tiempo queriendo probar los efectos especiales y cuando he tenido mayor libertad, a pesar del presupuesto limitado, ha sido en mi último proyecto, con The Vampire in the Hole.
Si tuvieras que escoger, por qué género te decantarías, ¿el corto o el largometraje?
Las dos cosas tienen su aquel, ¿no?. Pienso que es necesario probar ambas para sacar lo bueno de cada uno. El corto suele comunicar una idea, un pensamiento, una breve historia, e incluso una palabra. Los largometrajes te permiten un margen mayor para poder desarrollar una historia completa, con subtramas y giros de guion, pero también corres más riesgo a que la historia decaiga.
Con Myna se va, Sonia ha sido galardonada en prestigiosos festivales de cine como el Internacional de Cine Underground de Atlanta USA 2009, donde recibió el premio a Mejor Película Extranjera; o, en el Festival Internacional de Cine de Austin USA 2009, con Mención de Honor del Jurado a la Mejor Interpretación, entre otros.
¿Qué ha supuesto para ti el gran salto a la fama que diste con Myna se va?
Sin duda, una gran satisfacción. Fue un trabajo muy duro el que hicimos mi compañero Sadrac y yo y lo vimos recompensado. No hay ningún regalo comparable a ver tu sueño cumplirse y, con Myna se va, vi cumplido el mío. Fue mi primera película de larga duración y tuve la suerte de poder llevarla, no solo a la gran pantalla española, sino también a Hollywood.
Además, esta película alcanzó el récord a la secuencia más larga jamás filmada hasta ahora en el cine español, con un solo plano de 33 minutos. ¿Cómo fue la experiencia del rodaje?
(Se ríe). No se la acosenjo a nadie, la verdad. No... en serio, fue bastante frustrante pero conseguimos nuestro objetivo. Yo no tenía esa idea en la cabeza cuando redactamos el guion pero, durante el rodaje, le propuse al equipo alargar una escena que se me quedaba corta. Para añardirle veracidad al asunto pensé en un plano secuencia de larga duración. El problema fue que nos llevó toda una mañana, aunque bueno, mereció la pena, porque el resultado fue bueno.
En este momento, Sonia prepara con Sadrac González el estreno en EE.UU. de su ambiciosa producción The Vampire In The Hole, que cuenta con el reparto de Alba Castillo, Raúl Quirós, María del Barrio, Álvaro Pascual, Imanol Reta, Christopher Mulhern, Sergio López, Lionel Garrote Belizán, Gonzalo Fernández y Elena Bernárdez. Con este proyecto rodado en inglés, repite equipo con Lukantum Producciones. innovando al grabarlo en inglés, con multicámara y usando la tecnología de las cámaras reflex digitales de Canon.
En vuestra última producción, The Vampire in the Hole, habéis innovado con multicámara usando la tecnología reflex digital de Canon. ¿Qué tal habéis llevado el uso de esta tecnología casi desconocida en España?
Todo lo que ofrece esta tecnología son facilidades a la hora de rodar y, más tarde, montar. No quiero aburrir hablando sobre las distintas funciones de las cámaras reflex digitales profesionales pero, resumiendo, estas nuevas maravillas redefinen los límites de una película. Yo creo que han sido una inversión muy cara, pero impresdindible, que a la larga, cuando sigamos haciendo películas, sobre todo con efectos especiales como ésta, saldrá rentable.
The Vampire In The Hole es una película de terror que trata el vampirismo como una nueva enfermedad contagiosa. La historia gira en torno a May, una joven de diecisiete años, que, recién infectada, sufre bulling en el colegio y acoso en el trabajo. Pese a ello, la protagonista hace lo posible por integrarse en una sociedad que margina a los vampiros, cumpliendo con las reglas que el Gobierno impone a los contagiados.
¿Preveíais que esta historia de vampiros se convertiría en una crítica sobre la incansable lucha del racismo y de la intolerancia en la sociedad?
Sí, era mi intención desde el principio.
¿Te sientes más libre en tus movimientos con historias de giro social?
Me gusta comunicar con mis películas un mensaje al público que las ve. No quiero que sean mero entretenimiento. Yo misma soy la primera que tengo días en los que necesito una película de fondo para descansar y echar una cabezadita, distraerme sin llegar a meterme de pleno en la historia, pero yo no quiero hacer esa clase de cine. No es que me sienta más cómoda con historias en las que haga una crítica al racismo o a la intolerancia de la sociedad, como es el caso de The Vampire in the Hole. Es una pregunta que me hacen mucho, pero simplemente considero que puedo hacer mucho más con mi trabajo que una simple película de distracción, porque al fin y al cabo el cine es un arte y como tal merece ser tratado.
Tus dos mayores éxitos cosechados se caracterizan, entre otras cosas, por ser producciones que parten de presupuesto cero. ¿Cómo se vive la industria del cine en medio de la crisis?
Está muy mal la cosa, pero no imposible. Con un poco de ilusión y fuerza de voluntad se pueden hacer proyectos muy buenos.
Un consejo esperanzador para los cineastas independientes jóvenes.
Básicamente eso, que, aunque corran malos tiempos y las productoras no quieran arriesgar en inversiones jóvenes, no hay que tirar la toalla. Sadrac y yo comenzamos nuestra primera película con el presupuesto base de un único euro y alcanzamos nuestro objetivo, además tuvimos suerte y triunfamos. Solo hay que echarle imaginación y funcionar con lo que se tiene.
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