Hay críticos, expertos y aficionados que se toman los remakes como la triste consecuencia de la preocupante falta de ideas originales en el cine actual, o como el simple proyecto de hacer dinero a costa de inspiraciones ajenas, o como la inversión de productores nostálgicos que quieren ver actualizada tal o cual historia. Lo cierto es que en muchos casos se trata de adaptar a técnicas de producción o situaciones más recientes, proyectos que por la época en que se realizaron, quizás no se desarrollaron en todo su esplendor. En otras ocasiones se trata de adaptar cine de una parte del mundo a otra, ya que la película original no se entendería bien o no terminaría de cuajar. Como mi sección trata de películas de acción, me centraré en remakes dentro de este género, que posiblemente cuenta con algunos de los más famosos.
Podríamos poner como ejemplo para abrir la lista, uno de los más sonados de los últimos tiempos: la película King Kong. La historia del simio gigante que vivía en la Isla Calavera empieza en 1933, fecha en que se rueda la película original y que se convirtió en un clásico del cine por sus “novedosos” efectos stop motion, animaciones y por adaptar de una forma en cierto modo salvaje, la historia de la Bella y la Bestia. Los neófitos en el mundo Kong pueden pensar que desde que se realizó esta película hasta el aclamado remake de Peter Jackson de 2005, no se rodaron más versiones del simio gigante, pero nada más lejos. Lo cierto es que el pobre King Kong debe estar hasta el moño de que hagan reediciones de sus aventuras ya que tan sólo un año después de ver la luz la primera película, se rodó una secuela llamada “El hijo de Kong”, también hubo en 1962 una versión japonesa en la que lucha contra Godzilla “King Kong vs. Godzilla” y un temprano remake de la Paramount en 1976 protagonizado por Jessica Lange y Jeff Bridges; entre otros muchos títulos, ya que también hay otras producciones menores y segundas partes de menor relevancia.
Existe otro ejemplo de película antigua que se volvió a rodar en formato de superproducción, se trata de “La Guerra de los Mundos”, basada en la novela homónima de H. G. Wells. Esta película se estrenó en 1953, fue considerada una de las mayores producciones de ciencia ficción de los años 50 y se llevó un Oscar a los mejores efectos especiales. Como anécdota hay que decir que Orson Welles ya se encargó de adaptar la novela al mundo radiofónico en 1938 con una gran repercusión. Como se emitió en formato de noticia de última hora, el anuncio de que unos marcianos habían aterrizado en Grover’s Mill, Nueva Jersey, hizo cundir el pánico en Nueva York creando una gran alarma social. Más recientemente, Steven Spielberg se ha encargado de realizar un nuevo proyecto de esta película basándose en las anteriores versiones; con el mismo título en 2005, y con Tom Cruise y Dakota Fanning de protagonistas.
Y para acabar, cabe comentar la historia de “Scarface”. Primero llevada al cine en 1932 por Howard Hawks, esta película narra el ascenso en la escala de la mafia del cruel Tony Camonte, un pistolero de origen italiano. En 1983, Brian de Palma dirigió el remake de está película, trabajando con Oliver Stone como guionista. En esta ocasión el protagonista Tony, esta vez de apellido Montana y encarnado por Al Pacino, es un ambicioso exiliado cubano en Miami que quiere conquistar el mundo del narcotráfico y el crimen organizado de la ciudad. Esta nueva versión fue duramente criticada por la visión que daba de los inmigrantes cubanos en EE UU y por su extrema violencia, aunque gozó de una gran popularidad y es una de las películas más representativas e influyentes del cine de gángsters.
El debate está servido y desde luego, las opiniones son libres, pero sin duda hay que reconocer que no siempre los resultados de los remakes tienen que ser malos o peores que sus predecesores.
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