Desde tiempos clásicos, los grandes héroes recorrían el mundo, luchaban valerosamente, conseguían ganar siempre… y rescataban hermosas doncellas.
Es un arquetipo que todos tenemos muy presente y que hemos visto en cientos de historias. Él salva al mundo, y ella o tiene que ser salvada también, o se queda en casa esperando el regreso de su guerrero. Esto siempre ha sido así, especialmente en historias de aventuras, fantásticas y ya ni hablemos de las de acción.
Pero en una sociedad en la que el papel de la mujer ha cambiado radicalmente en las últimas décadas, el cine no podía tolerar otorgarles un papel tan secundario y pasivo, sencillamente, porque las espectadoras no se ven reflejadas en personajes así.
“La chica” de la historia solía ser una acompañante o un objetivo del protagonista, pero esto ha cambiado. Uno de los grandes saltos en este cambio de roles, y un ejemplo aún vigente hoy en día, lo podemos encontrar en un clásico de los 80: Terminator.
La gran protagonista de la historia es Sarah Connor, una mujer a la que se le aparece un viajero del futuro que le cuenta que ella será la madre del hombre que salvará a la humanidad del dominio de las máquinas y que se verá perseguida por un temible robot. Si bien es cierto que parece que en la historia lo importante va a ser el niño (el héroe que salvará al mundo, otra vez), Sarah es la protagonista absoluta, una mujer normal y corriente que luchará por su vida y la de su futuro hijo, transformándose en una auténtica heroína. Esta escena es una muestra de que Sarah es una mujer de armas tomar:
Su figura es tan importante en esta saga que incluso tiene una serie propia: Las Crónicas de Sarah Connor.
En la actualidad, se pueden encontrar sagas enteras sostenidas por aguerridas protagonistas femeninas, como por ejemplo Tomb Raider, Kill Bill, Resident Evil o Underworld.
Incluso cuando ellos son los protagonistas, se puede observar el cambio. Pongamos por ejemplo la saga de Piratas del Caribe. Elizabeth Swann, interpretada por Keira Knightly, comienza la historia siendo la típica dama a rescatar, pero pronto se desmarca de los tópicos: participa en las peleas, no se deja mangonear por nadie, hace gala de un agudo ingenio para salirse con la suya y acaba, al final de la saga, convertida en la Reina de los Piratas. Nada típico.
Algo similar se puede encontrar en otras grandes sagas épicas, como Star Wars, El Señor de los Anillos o Harry Potter, donde las mujeres adquieren papeles más trascendentales y llevan a cargo tareas imprescindibles para el desarrollo de la trama.
Sin embargo, no todas las historias han conseguido atrapar bien la esencia de la nueva mujer de las películas de aventuras. En ocasiones, se ha banalizado el papel de la chica dura, presentando un personaje que es más bien un hombre encerrado en el cuerpo de una mujer.
Dentro de poco llegará a nuestras pantallas Your Highness, una comedia gamberra en la que un príncipe (James Franco) tendrá que rescatar a su amada (hasta aquí lo de siempre) acompañado del vago de su hermano y de una intrépida guerrera (Natalie Portman). Aquí es donde se demuestra el cambio presente en nuestros días, pues Portman interpreta a una mujer dura sin dejar de ser sexy y femenina.
Incluso en el mundo de los superhéroes, tradicionalmente masculino, ellas se están abriendo paso. Elektra, un personaje secundario en los cómics de Daredevil, se hizo con una historia y una película propias, pronto se estrenará una serie protagonizada por Wonder Woman y en la saga X-Men son parte decisiva de la trama, tanto en la primera trilogía, con Pícara, Tormenta o Fénix, como en la próxima película de la mano de personajes como Mística o Emma Frost.
¿Quién se acuerda ahora de la mujer florero? Hasta en las películas de animación se ha olvidado este estereotipo, sino que se lo digan a Fiona. ¿Damisela en apuros? Ja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario